Lo que debe saber un emprendedor antes de lanzarse al mercado
La puesta en marcha de un negocio es un proceso largo y lleno de obstáculos para los que debes llegar preparado
Cada vez son más los que se inclinan por el emprendedurismo como alternativa profesional. Así lo desvela una encuesta realizada por la comunidad laboral Universia y Trabajando.com, según la cual el 82% de los jóvenes iberoamericanos sueña con tener su propio negocio. Este dato demuestra un profundo cambio respecto a décadas pasadas, cuando el objetivo laboral por excelencia era acceder a una corporación en la que crecer de forma vertical.
Sin embargo, y aunque el emprendedurismo cada vez goce de mayor popularidad, sigue siendo un camino duro para el que existen una serie de consejos con los que afrontar la tan bonita como exigente rutina del emprendedor.
Trabajo duro. El único lugar en el que éxito está antes que trabajo es en el diccionario. La vida real, en cambio, es muy diferente y eso lo saben bien los que apuestan por tener su propia empresa. Si hay algo que identifica a todos los emprendedores del mundo es el trabajo, constante, incansable, sin horarios. El negocio se asume como un hijo que demanda atención 24 horas, siete días a la semana.
Saber gestionar el fracaso. Solo aquellos que saben asumir las derrotas, serán capaces de reinventarse en épocas complicadas. El que crea que al iniciar una empresa todo serán alegrías se equivoca. No afrontar la realidad, fracasos incluidos, conduce a la desesperación y, más pronto que tarde, a la rendición.
Establecer rutinas. Para evitar que la libertad de horarios pase factura al desarrollo del proyecto, lo ideal es establecer e implementar rutinas. Eso, además del buen funcionamiento de la iniciativa desde el minuto uno, impulsará la tan necesaria inspiración.
No mezclar las finanzas personales con el negocio. Puede parecer una contradicción porque la puesta en marcha de una empresa surge, normalmente, con a la inversión inicial del interesado. Con todo, es importante diferenciar desde el primer momento el dinero que corresponde a la parte necesaria para el emprendimiento y el ahorro personal. Establecer claramente los límites impedirá sufrimientos innecesarios.
Contar con el apoyo de la familia. Emprender no es un camino de rosas y aunque el trabajo duro puede traer muchas satisfacciones, también habrá etapas de miedos, dudas e insatisfacción. Contar con la comprensión y el apoyo de los allegados hará los insabores más llevaderos.
Tener una buena red de contactos. Por último, pero no menos importante, se encuentra la conveniencia de hacer networking. Ya sea para conseguir inversores o simplemente para dar a conocer la empresa. Recuerda que todos son potenciales clientes.
Además de todo lo anterior, el emprendedurismo conlleva una serie de decisiones revelantes, como por ejemplo la elección del nombre. Descubre qué tener en cuenta a la hora de bautizar el negocio y cómo influye este detalle en el posicionamiento de la empresa.